El
gobierno no ha nacionalizado Bankia. El gobierno ha nacionalizado un
gran agujero. Mediante la conversión de las preferentes de BFA
(Banco Financiero y de Ahorros) en capital, el Estado asume el
control de esta entidad y se convierte en accionista mayoritario de
Bankia. De esta manera reconoce lo que ya era un hecho, que va a
inyectar miles de millones de euros de dinero público en Bankia. La
estafa no se reduce, sin embargo, a esta inyección de dinero público
para tapar agujeros privados. Miles de pequeños ahorradores han sido
engañados y han visto como productos financieros que se les vendían
como “inversiones seguras” perdían en unos meses la mayoría de
su valor. El caso Bankia es otro ejemplo de como las estructuras de
un poder económico altamente burocratizado son capaces de distribuir
sus pérdidas entre la población. Vamos a repasar las cinco maniobras
a través de las cuales se ha gestado esta gran estafa que podría
ser la antesala y el paradigma de otras que están por llegar.
Algunas
aclaraciones
Es
conveniente distinguir entre Bankia y el Banco Financiero y de
Ahorros BFA, dos entidades diferenciadas aunque con un vínculo
accionarial. BFA es actualmente la matriz de Bankia. Se dice que una
empresa es matriz de otra cuando tiene un porcentaje mayoritario de
la acciones – en este caso el 45%- o un porcentaje suficiente para
ejercer el control sobre la entidad filial. Es decir, controlar BFA
permite controlar Bankia porque la mayoría de Bankia pertenece a
BFA. Sin embargo, hay que destacar que el Estado no asume el control
directo de Bankia que seguirá bajo el mando de Goirigolzarri, un
ex-directivo de BBVA, y que el gobierno se limitará a “gestionar”
la matriz BFA. Pero, ¿qué es BFA?
BFA
es una agujero negro. Un banco malo. Una estafa al contribuyente y
una estafa a muchos pequeños inversores que colocaron sus ahorros en
activos financieros de Caja Madrid, de Bancaja o de cualquiera del
resto de entidades que se fusionaron para formar BFA. Mediante la
toma de control de BFA, el gobierno reconoce que no va a recuperar
los 4460 millones de euros que inyectó a la matriz de Bankia; pero
además, como veremos, se hace responsable de los futuros agujeros
que puedan surgir en la entidad.
Primera
maniobra. Fusión en BFA e inyección del FROB
El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) es creado por
el gobierno socialista en 2009 para hacer frente a posibles
necesidades de liquidez de las entidades financieras. Para tener
acceso a la financiación pública se exige que las entidades
financieras se fusionen en entidades más grandes; se busca, de esta
manera, promover un proceso de concentración de las cajas de ahorros
que dé lugar a entidades más grandes y supuestamente más solventes.
Sobra decir que este proceso de concentración beneficia a las
entidades más grandes, especialmente a los dos grandes bancos que
poseen una parte importante del negocio fuera de España y que,
debido a ello, se presentan como más saneados que el resto. Las
consecuencias de que se den este tipo de fusiones son una mayor
concentración del capital, la creación de entidades enormes con un
poder enorme y “demasiado grandes para caer”, el cierre de
cientos de oficinas y miles de despidos.
Acogiéndose
a esta modalidad en diciembre de 2010 siete cajas de ahorros,
entre las que destacan Caja Madrid y Bancaja, se unen dando lugar a
BFA (Banco Financiero y de Ahorros) que recibirá 4465 millones de
euros del FROB en forma de participaciones preferentes convertibles.
Estas participaciones están sujetas al pago de intereses y deben ser
recompradas por la entidad en un período de cinco años. En caso de
que la entidad no pueda devolver el dinero aportado en cinco años,
las participaciones se convierten en capital con lo cual el Estado
pasa a ser propietario de una parte -o de la totalidad- de la
sociedad.
Segunda
maniobra. Segregación del negocio bancario BFA que se convierte en
un banco malo.
En abril de 2011 se pone
en marcha un “proyecto de segregación” por el cual BFA transmite
a Bankia todo el negocio bancario, las participaciones asociadas al
negocio financiero y el resto de activos y pasivos que BFA ha
recibido de las Cajas. Sin embargo va a haber una serie de activos
-y sus correspondientes pasivos- que se quedarán en BFA. Del lado de
los activos BFA mantiene en propiedad los activos más dudosos como
el suelo adjudicado o la financiación de suelos en situación dudosa
y subestándar. Del lado de los pasivos se quedan las
participaciones preferentes suscritas por el FROB y “determinadas
emisiones de instrumentos financieros”, una parte importante de los
cuales son participaciones preferentes en las cajas de ahorros que
habían sido vendidas a pequeños ahorradores. BFA se convierte en un
banco malo propietario de una cartera de activos tóxicos y de
acciones de Bankia -que irán perdiendo valor progresivamente- que
debe miles de millones de euros al Estado y a una masa de pequeños
ahorradores que progresivamente se irán dando cuenta de que sus
ahorros no están en un lugar tan seguro como les habían dicho.
De la
parte “menos mala” de BFA surge Bankia. El objetivo es que al
estar aislados los activos tóxicos – o parte de ellos- en BFA,
Bankia ofrece una mayor credibilidad y tiene mayores posibilidades de
captar capital privado.
Tercera
maniobra. Emisiones de Bankia, distribución de las pérdidas entre
los ahorradores
A
pesar de haberse deshecho de sus activos más tóxicos, que como vimos
quedan en manos del Estado y de pequeños ahorradores, Bankia sigue
teniendo un gran agujero. Con Rodrigo Rato al frente, se pone en
marcha la siguiente maniobra: la captación de capital privado de
pequeños inversores a través de la salida a bolsa, o lo que es lo
mismo, otro nuevo paso en la socialización del gran agujero que
todavía tiene Bankia. Las acciones son colocadas a pequeños
ahorradores bajo el lema “yo también soy Bankero”. A día de hoy
las acciones de Bankia han perdido casi el 70% de su valor.
Cuarta
maniobra. Nacionalización de BFA
El 22
de Febrero de este año BFA emitía 15.000 millones en bonos con el
aval del Estado. Estos bonos no se colocan en el mercado sino que
son, a su vez, un aval para que Bankia pueda seguir recibiendo
crédito del Banco Central Europeo. A través de esta operación el
Estado garantiza los 15.000 millones de euros que Bankia había
recibido del BCE en diciembre. A principios de marzo Bankia recibe
otros 25.000 euros del BCE. Esta maniobra pasa desapercibida.
La
noticia salta con la nacionalización de BFA que se articula a través
de la conversión de las preferentes a cinco años en acciones. El
FROB reconoce que no va a recuperar en un plazo de cinco años el
dinero que colocó en las preferentes de BFA, por lo que decide
convertirlas en capital. Pasa de ser un acreedor de la empresa a ser
el propietario. Se quiere presentar como un asunto de interés
público lo que es una clara asunción por parte del estado de las
pérdidas acumuladas por BFA, unas pérdidas que, a pesar de estar
maquilladas a través de ingeniería contable, son sobradamente
conocidas.
Mediante
esta entrada en el capital, el gobierno no sólo reconoce que no va a
recuperar los 4460 millones que colocó en BFA, sino que asume que,
al menos, va a colocar otros 15.000 millones en Bankia -los
correspondientes a los bonos garantizados- y que probablemente, como
dueño de la mayoría de Bankia, asuma parte de los 25.000 millones
prestados por el BCE o parte de los miles de millones de pasivos de
BFA colocados entre los pequeños ahorradores. Entre estos pasivos se
encuentran, por ejemplo, las preferentes que Caja Madrid emitió en
2009; 3000 millones de euros que se colocaron entre los pequeños
ahorradores a los que, en muchos casos, se engañó presentándoles
la inversión como segura. Recientemente se dio la oportunidad a
algunos de los inversores que tenían preferentes de BFA de convertir
estas preferentes en acciones de Bankia. Entre los “beneficiados”
por esta política no estaban los inversores que tenían preferentes
de Caja Madrid que se han quedado “atrapados” en el banco malo.
Quinta
maniobra. Saneamiento a cargo del contribuyente
Los
ciudadanos están mayoritariamente en contra de que se rescate a la
banca. La decisión de rescatar a la banca no se produce como una
decisión única, coherente, anunciada, sino como una serie de
pequeñas maniobras a través de las cuales se va gestando la estafa.
El hecho es que el Estado ya ha rescatado a la banca y casi ni nos
hemos dado cuenta.
Y en
caso de que una entidad como BFA no sea rescatada y se la deje
quebrar podríamos preguntarnos ¿quiénes serían los máximos
damnificados? Si se ha conseguido, como parece, colocar la mayoría
de los pasivos del banco entre pequeños inversores la respuesta es
obvia. La gran estafa ha funcionado, está completa. La decisión del
gobierno ya no es elegir entre salvar el dinero de unos pocos ricos o
dedicar los fondos públicos a educación, sanidad, etc. Los fondos
de los grandes ricos ya no están ni en BFA ni en Bankia; porque
ellos tenían la información para no verse afectados por todo el
proceso; porque son ellos mismos los que han diseñado la estafa, en
su doble condición de grandes inversores y tecnócratas expertos en
el sistema financiero. Los ricos saben dónde no tiene que estar su
dinero. No como los pequeños accionistas de Bankia.
6 comentarios:
La gran estafa ha funcionado, está completa.
Fix'd
Felicidades por el artículo, muy bueno y didáctico.
Muchas gracias.
Rato debería ir a la cárcel por estafar a los pequeños inversores de Bankia. De paso, el estado, debería de buscar como compensar a todos los ciudadanos por haber entrado en el juego y dedicar miles de millones de dinero público, para salvar a bankia, mientras recortan en sanidad y educación, etc. Es una gran estafa, y leyendo este artículo, me doy cuenta que estaba preparada desde el principio, con la connivencia del PP.
Rato debería ir a la cárcel por estafar a los pequeños inversores de Bankia. De paso, el estado, debería de buscar como compensar a todos los ciudadanos por haber entrado en el juego y dedicar miles de millones de dinero público, para salvar a bankia, mientras recortan en sanidad y educación, etc. Es una gran estafa, y leyendo este artículo, me doy cuenta que estaba preparada desde el principio, con la connivencia del PP.
Rato debería ir a la cárcel por estafar a los pequeños inversores de Bankia. De paso, el estado, debería de buscar como compensar a todos los ciudadanos por haber entrado en el juego y dedicar miles de millones de dinero público, para salvar a bankia, mientras recortan en sanidad y educación, etc. Es una gran estafa, y leyendo este artículo, me doy cuenta que estaba preparada desde el principio, con la connivencia del PP.
Por ahí asoma Robin Hood (a la inversa):
http://davidjimenezblog.com/2012/05/16/la-gran-estafa
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